miércoles, 2 de enero de 2019

Slow burning

Hace no mucho tiempo, en una juntada, una amiga me dijo que ella necesitaba de un misterio para desentrañar cuando veía una película o una serie, por lo que su opción preferencial eran los policiales o thrillers. La mía, por el contrario, son los no-thrillers. Descifrar misterios me aburre, me anestesia la cabeza y hasta me puede llevar a abandonar a medio camino, algo que en general trato de evitar (ayer me fui de una función antes de terminada), con el cine o cualquier otra forma de arte. El policial omnipresente en la ficción contemporánea, las narrativas regadas de dispositivos orientados al suspenso me dan fiaca y me llevan a entretenerme en cuestiones periféricas hasta que pase la hora y pico (o más, qué espanto) y corran los créditos. Ya que estamos en Corea: sí banco los policiales de Bong Joon-ho. Quizás mi problema sea la saturación.


En fin, Burning no es otra cosa. Pero vamos por partes.

Sigue acá.

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